¿Cómo se relaciona la microbiota con la salud?

A simple vista, los hongos, las bacterias y los virus pueden parecer atemorizantes y a toda costa se busca evitar el contacto con ellos, pero cuando se encuentran en simbiosis pueden aportar importantes beneficios al cuerpo humano.

Justo después del nacimiento, el bebé comienza a ser colonizado por bacterias desde que tiene un contacto inicial con la microbiota materna, durante la lactancia y con las bacterias presentes en el ambiente que lo rodea. Lo que significa que en un par de días tras su llegada al mundo, el bebé tendrá en su cuerpo 10 veces más células microbianas que células humanas.

En este artículo, te damos más detalles sobre la importante función que cumple la microbiota dentro del cuerpo humano y las razones para mantenerla en óptimas condiciones para conservar la salud.

 

¿Qué es la microbiota intestinal?

Dentro del intestino humano, habitan alrededor de 100 billones de distintos microorganismos, en su mayoría bacterias que conforman lo que conocemos como microbiota intestinal. Algunas de ellas se encuentran alojadas de manera permanente, mientras que otras transitan temporalmente a lo largo del tracto gastrointestinal.

De manera reciente, se ha llegado a considerar un órgano metabólico adicional al cuerpo humano que sirve como su huésped, por las funciones indispensables que lleva a cabo.

Ésta tiene un papel importante dentro de los siguientes procesos vitales: 

  • Inmunológicos

  • Nutricionales

  • Fisiológicos

  • Neurológicos

A pesar que la microbiota es única para cada persona, a partir de su estudio se ha determinado que en la mayoría de los seres humanos se compone de ciertos grupos bacterianos. Pero existen factores que pueden llegar a alterarla como la alimentación, el consumo de algunos fármacos, la genética y hábitos cotidianos.

3 beneficios de la microbiota intestinal

  • Aliada del sistema inmune

Dentro del intestino, conviven 3 elementos conocidos como ecosistema intestinal y cumplen una función esencial para la defensa inmunitaria del cuerpo, se trata de:

  1. La mucosa intestinal

  2. El sistema inmunitario intestinal

  3. La microbiota intestinal

En apoyo al sistema inmunológico intestinal que concentra el 60% de las células inmunitarias, la mucosa intestinal realiza funciones inmunes ante distintos antígenos, porque tiene la capacidad de reconocer cuáles son microorganismos inofensivos para el organismo y cuáles pueden representar una amenaza.

  • Previene la aparición de enfermedades

La microbiota intestinal forma un mucosa que sirve de barrera y se encuentra a lo largo del intestino, tiene la capacidad de desarrollar tolerancia a ciertos microorganismos y al mismo tiempo, atacar al instante a los patógenos dañinos para el cuerpo humano.

A partir de estudios realizados por la School of Hygiene and Tropical Medicine en Londres, se ha podido establecer una relación entre los estándares extremos de higiene y el desarrollo de enfermedades autoinmunes como las alergias o la atopia, al disminuir la carga microbiana en el entorno.

  • Participa en el proceso de nutrición

La microbiota resulta de gran utilidad durante el proceso de metabolismo, ya que facilita la absorción de nutrientes porque permite transformar a los polisacáridos complejos que el intestino no puede digerir, ni absorber con ayuda de las enzimas que contiene. De igual manera, posibilita la absorción de minerales y consigue sintetizar vitaminas esenciales, así como también tiene la función de descomponer fármacos y toxinas.

Tiene la capacidad de producir metabolitos que ayudan a regular procesos como la sensibilidad a la insulina que previene la aparición de la diabetes.

Factores que afectan la microbiota

A la alteración en el equilibro dentro de la microbiota intestinal se le conoce como disbiosis y se puede producir debido a distintos padecimientos. Siendo los más comunes: la obesidad, el Síndrome del intestino irritable, Enterocolistis necrosante, Diabetes tipo I, Enfermedad inflamatoria intestinal, entre otras.

Uno de los factores que se ha relacionado con la desestabilización de la microbiota, es la dieta de cada individuo. Desde el consumo excesivo hasta la escasez de alimento; de igual manera, ingerir alimentos altos en grasas saturadas, azúcares y carbohidratos puede provocar que cierta especie de bacterias no se reproduzca o que se tenga predisposición a padecer alguna enfermedad cardiovascular, diabetes o a presentar obesidad.

Cuando se presenta algún malestar, se debe evitar consumir medicamentos sin receta, en especial antibióticos, ya que se tiene evidencia que estos pueden afectar gravemente la microbiota durante un largo periodo. Si se lleva a cabo un tratamiento que requiera antibióticos, una vez finalizado le toma un par de semanas a la microbiota restaurase por completo e incluso presenta menor capacidad para la producción de proteínas y moléculas esenciales.

Es por ello, que si se presenta alguna de estas enfermedades o se tienen síntomas anormales, es necesario acudir de inmediato con un especialista para iniciar un tratamiento que contribuya a restaurar el balance de la microbiota intestinal.

De ser necesario, se pueden incorporar nuevos microorganismos mediante complementos alimenticios con probióticos, los cuales aportan beneficios adicionales pues ayudan a reducir los síntomas de fatiga, ansiedad y estrés. Además que mejoran los síntomas de padecimientos neurológicos al equilibrar el metabolismo entre los neurotransmisores y las hormonas.

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