Colon irritable: ¿sabes si lo padeces?
El llamado colon irritable es el trastorno digestivo más común a nivel mundial, su nombre formal es Síndrome del Intestino Irritable (SII) y en este artículo, te daremos más detalles sobre las causas que lo provocan y los síntomas que lo caracterizan.
En un inicio, el perfil clínico de las personas que padecían esta enfermedad consistía en su mayoría de mujeres de mediana edad. Pero con el estilo de vida actual, se han disparado los casos dentro del grupo de personas expuestas a altos niveles de estrés, ya sean profesionistas, adolescentes e incluso en niños.
Tras años de estudio, no se ha comprobado que exista solo una causa que desencadene el padecimiento del colon irritable, son varios los factores que influyen en el desarrollo de este trastorno:
Una gastroenteritis derivada de bacterias o virus, que provoca episodios de diarrea excesiva, lo cual altera las contracciones musculares del intestino.
La sobre carga de bacterias nocivas en el intestino que rompe el balance de la microbiota.
Afectación de las señales entre el cerebro y el sistema digestivo.
La exposición a situaciones de estrés o presentar cuadros de ansiedad y depresión constante.
Alergia o sensibilidad hacia ciertos alimentos.
Predisposición genética.
Al ser uno de los padecimientos más diagnosticados por los gastroenterólogos, se estima que lo padece un 18% de la población en México. La gravedad del Síndrome de Intestino Irritable reside en el hecho que afecta la calidad de vida de quien lo padece. Se relaciona con la disminución en la productividad laboral, altos costos médicos, ya sea por hospitalizaciones frecuentes, medicamentos o revisiones médicas constantes, y en casos extremos, se ha vinculado con el comportamiento suicida.
¿Cuáles son los síntomas del intestino irritable?
Este trastorno funcional crónico afecta directamente al intestino grueso. Los síntomas del intestino irritable, la duración de cada episodio y su gravedad suelen variar entre cada paciente. Al ser un padecimiento particular, estas molestias se pueden presentar en conjunto o de manera independiente; a continuación enlistamos los síntomas más comunes y persistentes con el paso de los años.
Dolor abdominal o cólicos
Por lo general se relaciona con el consumo específico de cierto alimento, el dolor suele ser moderado y se puede presentar en el abdomen bajo o en una zona amplia del vientre.
Inflamación
Este síntoma disminuye tras las evacuaciones o expulsión de gases, puede ser provocado por la intolerancia ante algún alimento, la cual produce el aumento de gases.
Alteraciones en la forma de defecar
Los cambios se pueden presentar de manera simultánea, alternada o de manera aislada. Suelen caracterizarse por el incremento de las evacuaciones, diarrea o estreñimiento.
Síntomas adicionales
Estos no son habituales en todas las personas que padecen de colon irritado pero se pueden hacer presentes en algún episodio; por ejemplo, mucosidad en las heces, vómito, incontinencia, incapacidad de saciar las ganas de evacuar, entre otros.
Con la intención de dar tratamiento oportuno en caso de que se trate de otra enfermedad de mayor gravedad, hay que estar alerta si de manera adicional a los síntomas previamente mencionados, se presenta cualquiera de los siguientes malestares de forma imprevista y continua:
Disminución radical de peso.
Diarreas constantes por la noche.
Sangrado al evacuar.
Dolor intenso que no cesa, inclusive después de liberar gases o defecar.
Vómitos incontrolables.
Anemia.
¿Qué dieta para colón irritable es adecuada?
Si bien se recomienda ampliamente disminuir el consumo de grasas y cítricos, además de ingerir fibra, aumentar la ingesta de frutas y verduras, y evitar por completo cualquier tipo de picante, el gluten, las bebidas con gas, los productos lácteos, la cafeína y el alcohol. El paciente no puede decidir por sí mismo eliminar por completo cierto grupo de alimentos de su dieta regular, esto podría provocar una descompensación o agravar los síntomas.
Un punto fundamental para tratar el Síndrome de Intestino Irritable recae en la alimentación; por lo cual, no se puede tomar a la ligera y es necesaria la intervención de un especialista que te indique la cantidad de comidas al día, el tipo de alimentos y las porciones adecuadas para tu caso específico.
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